domingo, 18 de diciembre de 2011

Baja el sol tras las montañas permitiendo a su luz transformarse en colores hermosos, infinitos, cautivantes, y el viento despeinaba el cabello mojado de su cara, haciéndola reír a carcajadas. Los autos pasan, las personas hablan de sus tristes vidas de sus penas o de sus alegrías; cielo hermoso azul claro con pequeñas motas de algodón desvanecidas en imperfectos movimientos una tras otra, mostrando cautivantes figuras.
Respirar cada molécula de oxigeno cada minuto más de vida (recuerdos) pero así de contradictorio cada minuto menos de la misma (olvido) que irónico sentido tan parpadeante, tan sublime que si no disfrutas solo un día terminas por reprocharte.
Quería ella recordarse como se sentía, recordarse a sí misma, como se sintió en la mayor tristeza de su vida, recordar las personas que tomaron su mano y una sonrisa ilumino la penumbra. Persona que vieron en ella lo invisible ó lo impensable, mirando dentro de su alma para ver quién era sinceramente, para conocer su vida y entender que para querer a alguien debes conocer más de media vida. 

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